jueves, 28 de enero de 2010

De la solidaridad internacional... o no.


Buenas noches. Sé que hace tiempo que no escribo, y pido disculpas por ello. He tenido tiempo para insertar varios artículos, para realizar varias reflexiones... Pero, sinceramente, no he tenido muchas ganas.

Estas navidades, una buena amiga comentó, acerca de este cuaderno, que no es posible escribir con demasiada asiduidad, pues el maravilloso gobierno municipal del que disfrutamos da para escribir más de tres entradas diarias. Que barbaridad...

Pero esta noche pretendo hablar acerca de la solidaridad. Nos hemos visto sacudidos por los movimientos sismicos acaecidos en Haiti. Una verdadera tragedia. No me considero demasiado mayor, pero, en mis escasos 34 años de vida, no recuerdo semejante drama. Cuantas muertes, cuanta destrucción, cuanta pobreza... Entiendo que es el momento en que todos hemos de aportar nuestro granito de arena, pues toda ayuda es poca.

De hecho, el pasado fin de semana pude leer en la prensa el espectaculo que organizaron unos actores y cantantes americanos. En no sé cuantas horas, consiguieron recaudar cerca de treinta millones de dolares (o euros, no recuerdo bien). Es un ejercicio de poder impresionante. Claro, que para eso hay que querer. Y ellos han querido.

Claro ejemplo de lo contrario lo tenemos en España, donde las diversas asociaciones de artistas se han movilizado para todo tipo de causas políticas, pero no sociales. Aún guardo en la memoria las imagenes de aquel colectivo de actores protestando por los derechos de los iraquies. "No a la guerra", gritaban. De asesino tildaban al Gobierno de aquel entonces. Pero no los he visto. Parece que la ayuda humanitaria no va con ellos. Que no les merece la pena moverse por una causa que, aún siendo la más noble, no les va a reportar beneficio económico alguno. Que vergüenza. Pero claro, tambien hay que querer.

No pretendo con esto criticar al colectivo de actores, que tantas alegrías nos dan. Solo deseo evidenciar las carencias de algunas personas. La solidaridad no es patrimonio de ninguna ideología política definida. Recuerdo cuando, con motivo de las movilizaciones por la aportación del 0'7 % del P.I.B. nacional para ayudas al tercer mundo, unos cuantos amigos decidimos instalar una tienda de campaña en una centrica plaza malacitana. No voy a ocultarme de nadie, pues nada tengo que ocultar, ni de nada me avergüenzo. Todos los que concurrimos a aquella manifestación eramos afiliados al Partido Popular. Pues bien, una noche, aprovechando nuestra ausencia, nos mutilaron la tienda, y nos hicieron uan serie de pintadas "cuasi" ofensivas, tildandonos de fascistas. Ahí se demostró la doble moral de la izquierda. No nos dejaron ser solidarios, pues es una bandera que pretenden enarbolar en exclusiva. Pero en estos casos... ¿A quien corresponde ejercerla?

1 comentario:

  1. Estimado amigo, ya se le echaba de menos...

    No me preocupa en demasía la ayuda que en estos días se envíe a Haití, a buen seguro, el mundo está sensibilizado y llegará, seguro que llegará ayuda en estos días.

    Pero, ¿que pasará cuando pasen 2 meses?, ¿qué pasará cuando los telediarios se olviden?, es entonces cuando debemos empezar a preocuparnos de verdad. Haití no puede conformarse con 60 días de ayuda, para resolver sus problemas necesitan un plan a 10 o 15 años que cambie el país de arriba a abajo, hay que comenzar con darles pan, potabilizadoras, medicinas y mantas, pero luego habrá que darles cultura porque mientras sigan votando a un presidente que de pan sabe mucho (ya que es panadero) pero que de gobernar sólo sabe trincar, seguirán teniendo misería.

    Recuerdo una película, creo que titulada como "Hotel Rhuanda", en la que describía lo que se nos pasará por la cabeza cuando en el telediaro de la tarde, dentro de 3 meses nos den alguna noticia trájica de Haití, pensaremos "qué horror, ...y seguiremos comiendo".

    Buenas noches y hasta pronto...

    Rafael Vázquez

    ResponderEliminar