sábado, 5 de junio de 2010

De como un pais rinde pleitesía a la mediocridad...

Cada día que pasa me siento más decepcionado. Cada jornada, más hastiado. La teoría de la política es magnifica, pero la realidad es bien distinta.

En uno de los epigrafes de su libro, el profesor D. Javier Perez Royo cataloga la dinamica de partidos como "mal necesario". Y creo que tiene razón. Tal y como está configurado el mapa político en la actualidad, el partido es un mal necesario, en tanto que no es posible gobernar un pais de más de cuarenta millones de habitantes como si fuera un Concejo Abierto. Eso solo pasa en el valle del Roncal, cuyo numero de habitantes no supera la centena. Y ese mal necesario nos permite practicar el deporte maestro de nuestro pais, que no es sino criticar al prójimo.

Hoy he escuchado varias opiniones acerca de la situación actual de la nación, y de cual sería su solución. Algunas de izquerdas, otras de derechas, y, la mayoría, neutrales. Pero todas pasan por cambiar al inquilino de la Moncloa. Creo que todas las opiniones son perfectamente válidas, y plausibles, en ocasiones, aunque no me identifique con la totalidad.

Como decía en el primer parrafo, la realidad no tiene nada que ver con lo que pensamos. Es verdad que no hay solución facil a la situación actual, pero no es menos cierto que no se puede formar parte del problema y de la solución. Cuando tenemos un quiste, la solución pasa por extirparlo, y no por cuidarlo y mimarlo para que se disuelva solo. En este caso, el quiste tiene nombre y apellidos, y no se está pretendiendo erradicarlo, sino todo lo contrario. Escuchando a Juan Manuel de Prada, coincido con él en que el sindicalismo no es sino un apendice del Gobierno. Pero apendice entendido como quiste, que deberíamos suprimir, pues hace más daño que beneficio.

Es, cuanto menos, curioso y sintomatico de problemas, no ver defensa del Presidente del Gobierno. La frase del Presidente de la Junta de andalucía es curiosa, y sirve para calibrar la realidad. Aún estoy esperando una defensa exacerbada de ZP. Lo único que se ve es la doctrina del "y tu mas". Es lo que, entiendo, es el máximo exponente de la mediocridad. Como no soy capaz de rebatir sus tesis, opto por echar por tierra sus teorías. Es lo que se denomina "inversión de la carga probatoria", o la vulneración del principio de presuncion de inocencia. Es lo que tiene ser dueño y señor de los medios de comunicacion.

Repito, me da pena, hartazgo y hastío. Pero desgraciadamente es lo que tenemos. Y lo que nos merecemos. No se puede pretender la excelencia cuando estamos sumidos en la mediocridad; es como pretender cortar un jamón 5 jotas y comerlo con pan de hace tres días. El problema es que el 5 jotas será siempre un jamón excelente, pero nuestra casta política no alcanzará jamás el pan de hace tres días.